A raíz de una consulta que he recibido esta mañana de un cliente que
es propietario de un mastín de 7 meses, quiero aprovechar para hablaros de un
tema importante que parece un poco confuso.
El caso es que este chico vino preguntando si podía darle a su perro
pastillas de calcio, porque como es un perro de raza grande, le habían dicho
que era bueno darle un suplemento para el correcto crecimiento.
Pues bien, he de decir que eso no es más que un bulo que ha ido
corriendo de boca en boca desde hace mucho tiempo, sobre todo a manos de
criadores que desconocen las verdaderas necesidades de los cachorros que crían…
Algunos les dan calcio a los cachorros “para que no sufran de los huesos cuando
sean mayores”, otros “porque crecen más y mejor” y algunos incluso “para que
levanten las orejas”…
Lo cierto es que, a día de hoy, sabemos que no es necesario
suplementar una dieta equilibrada. Pero no solo eso, sino que un exceso de
calcio en la dieta de nuestros cachorros puede provocar un desequilibrio de otros
minerales y causar graves problemas de salud.
La correcta alimentación de un
cachorro en crecimiento es vital para que su desarrollo se lleve a cabo de
forma adecuada. Los cachorros que ingieren más alimento del necesario (porque
parece ser que un cachorrito bien gordo es más sano…) acabarán sufriendo una
sobrecarga de su esqueleto en desarrollo debido a un aumento prematuro de su
masa muscular; esto conlleva a diferentes alteraciones del desarrollo
esquelético, principalmente durante los períodos de rápido crecimiento.
Así pues, el calcio es necesario
para una formación ósea sana e influye sobre la absorción de otros minerales,
como el potasio, el magnesio, el cobre y el zinc.
Pero un exceso de calcio, junto con
niveles de fósforo, tanto normales como elevados, puede tener un impacto
negativo sobre el desarrollo óseo.
El nivel de calcio se regula en
base a su concentración en el plasma sanguíneo. Si se suplementa con este
mineral y se alcanzan niveles altos, el organismo liberará calcitonina, una
hormona encargada de regular la concentración de calcio en sangre; esto retrasa
la maduración del cartílago en crecimiento y disminuye la resorción ósea, y
como consecuencia se dificulta el correcto desarrollo musculo-esquelético,
predisponiendo la aparición de patologías osteoarticulares (raquitismo,
osteocondritis disecante, displasia de cadera y/o codo, osteoporosis…).
Además, las dietas con cantidades
elevadas de calcio pueden provocar una disminución de la absorción de zinc y
cadmio, causando disminución del apetito, pelo áspero y sin brillo, problemas
oculares y epidérmicos.
En resumen, utilizando una dieta
comercial de buena calidad especial para cachorros en crecimiento no es
necesaria la suplementación con calcio; esta práctica sólo estaría justificada
en caso de que el cachorro recibiera una alimentación de preparación casera.
Por lo tanto, mi consejo es: utilizar
un pienso adecuado a la etapa de crecimiento, NO agregar suplementos de
vitaminas o minerales a los alimentos equilibrados y llevar un control de la
velocidad de crecimiento de tu “pequeño gran” peludo.
Y, antes de acabar, al principio
del artículo he comentado que en algunas ocasiones se les administra a los
cachorros suplementos de calcio por vía oral para favorecer que levanten las
orejas… No puedo terminar si explicar el porqué esto es otra “patochada”
(perdón por la expresión). El cartílago auricular carece de matriz ósea, por lo
que el calcio administrado a mayores no podrá tener, en ningún caso, la menor
influencia en la posición de las orejas; lo que influye realmente en que tu
cachorro acabe teniendo las orejas erectas o no, a parte de la genética, es la
alimentación, no le des más vueltas…
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