jueves, 6 de febrero de 2014

SUPLEMENTOS DE CALCIO PARA CACHORROS

A raíz de una consulta que he recibido esta mañana de un cliente que es propietario de un mastín de 7 meses, quiero aprovechar para hablaros de un tema importante que parece un poco confuso.
El caso es que este chico vino preguntando si podía darle a su perro pastillas de calcio, porque como es un perro de raza grande, le habían dicho que era bueno darle un suplemento para el correcto crecimiento.
Pues bien, he de decir que eso no es más que un bulo que ha ido corriendo de boca en boca desde hace mucho tiempo, sobre todo a manos de criadores que desconocen las verdaderas necesidades de los cachorros que crían… Algunos les dan calcio a los cachorros “para que no sufran de los huesos cuando sean mayores”, otros “porque crecen más y mejor” y algunos incluso “para que levanten las orejas”…

Lo cierto es que, a día de hoy, sabemos que no es necesario suplementar una dieta equilibrada. Pero no solo eso, sino que un exceso de calcio en la dieta de nuestros cachorros puede provocar un desequilibrio de otros minerales y causar graves problemas de salud.
La correcta alimentación de un cachorro en crecimiento es vital para que su desarrollo se lleve a cabo de forma adecuada. Los cachorros que ingieren más alimento del necesario (porque parece ser que un cachorrito bien gordo es más sano…) acabarán sufriendo una sobrecarga de su esqueleto en desarrollo debido a un aumento prematuro de su masa muscular; esto conlleva a diferentes alteraciones del desarrollo esquelético, principalmente durante los períodos de rápido crecimiento.
Así pues, el calcio es necesario para una formación ósea sana e influye sobre la absorción de otros minerales, como el potasio, el magnesio, el cobre y el zinc.
Pero un exceso de calcio, junto con niveles de fósforo, tanto normales como elevados, puede tener un impacto negativo sobre el desarrollo óseo.


El nivel de calcio se regula en base a su concentración en el plasma sanguíneo. Si se suplementa con este mineral y se alcanzan niveles altos, el organismo liberará calcitonina, una hormona encargada de regular la concentración de calcio en sangre; esto retrasa la maduración del cartílago en crecimiento y disminuye la resorción ósea, y como consecuencia se dificulta el correcto desarrollo musculo-esquelético, predisponiendo la aparición de patologías osteoarticulares (raquitismo, osteocondritis disecante, displasia de cadera y/o codo, osteoporosis…).


Además, las dietas con cantidades elevadas de calcio pueden provocar una disminución de la absorción de zinc y cadmio, causando disminución del apetito, pelo áspero y sin brillo, problemas oculares y epidérmicos.
En resumen, utilizando una dieta comercial de buena calidad especial para cachorros en crecimiento no es necesaria la suplementación con calcio; esta práctica sólo estaría justificada en caso de que el cachorro recibiera una alimentación de preparación casera.

Por lo tanto, mi consejo es: utilizar un pienso adecuado a la etapa de crecimiento, NO agregar suplementos de vitaminas o minerales a los alimentos equilibrados y llevar un control de la velocidad de crecimiento de tu “pequeño gran” peludo.


Y, antes de acabar, al principio del artículo he comentado que en algunas ocasiones se les administra a los cachorros suplementos de calcio por vía oral para favorecer que levanten las orejas… No puedo terminar si explicar el porqué esto es otra “patochada” (perdón por la expresión). El cartílago auricular carece de matriz ósea, por lo que el calcio administrado a mayores no podrá tener, en ningún caso, la menor influencia en la posición de las orejas; lo que influye realmente en que tu cachorro acabe teniendo las orejas erectas o no, a parte de la genética, es la alimentación, no le des más vueltas…

lunes, 27 de enero de 2014

LA ALIMENTACIÓN DE NUESTRAS MASCOTAS

La alimentación de los perros y gatos es un tema que nos concierne mucho a los veterinarios, ya que afecta en muchos aspectos a su salud. La salud nutricional de una mascota depende de que reciba las cantidades y proporciones correctas de nutrientes de los seis grupos necesarios: agua, proteína, grasa, carbohidratos, minerales y vitaminas. Cada especie animal tiene unos requerimientos específicos y además, cada individuo tendrá también unas necesidades particulares, habiendo numerosos factores que influirán en el tipo y cantidad de dieta como por ejemplo la raza, la edad, el tamaño, el nivel de actividad, etc.
Por esta razón, los profesionales de la salud animal siempre recomendamos alimentar a las mascotas con piensos preparados, porque están formulados con las cantidades diarias de nutrientes que tu animal necesita,  y de esta forma evitamos que sufran carencias nutricionales que dan lugar a problemas metabólicos, tan frecuentes en el pasado cuando se alimentaba a las mascotas con sobras. Además, son altamente digestibles, por lo que se reduce la incidencia de diarreas y problemas gastrointestinales, y ayudan a mantener la boca de nuestro animal sana y limpia. Por otro lado, reducen las alergias alimentarias y hacen que nuestro animal tenga una piel y un pelo sanos y brillantes.

En cuestión de nutrición animal existen numerosos mitos y errores frecuentes que los dueños de mascotas suelen cometer. ¿Quién no ha caído alguna vez en la tentación de darle a nuestro perrito un poquito de queso o una salchicha? Claro, ponen esa carita de pena y nos acaban convenciendo. Pero recuerda que alimentar a tu perro o gato con alimentos humanos o restos de nuestra comida es perjudicial para su salud. Los huesos son su peor enemigo; se astillan fácilmente y pueden obstruir el intestino o incluso perforarlo, provocando hemorragias intestinales, peritonitis e incluso la muerte.
Otro error muy típico es darles leche a los gatos. A diferencia de nosotros, los animales, a medida que crecen, dejan de producir las enzimas necesarias para digerir la leche, por lo que su ingesta les provoca graves diarreas. Si alguna vez os encontráis una camada de cachorros o gatitos huérfanos y decidís salvarlos de una muerte segura, debéis tener en cuenta que su delicado tracto digestivo no está preparado para digerir la leche de vaca que tomamos nosotros, por lo que será necesario que los alimentéis con leche en polvo para cachorros o gatitos.
Por lo tanto, para alimentar adecuadamente a nuestras mascotas, hay que proporcionarles un pienso completo y equilibrado según sus necesidades. En el mercado existen, básicamente, tres calidades de pienso. Los piensos de gama alta aseguran, mediante estudios certificados, la calidad de su pienso, realizado con carne de animal apta para consumo humano. Son los piensos más caros, pero son los mejores, ya que están elaborados con productos de alta calidad y presentan un balance adecuado de aporte energético, proteínas, hidratos de carbono y grasa. Es importante utilizar piensos de alta calidad para la alimentación de cachorros, por lo menos hasta que cumplen un año o año y medio, ya que durante este periodo de crecimiento el animal tiene requerimientos nutricionales muy altos. Los piensos de gama media presentan una fuente proteica de calidad, aunque no tanto como los anteriores. Están especialmente recomendados en perros sanos adultos, ya que económicamente son más asequibles. Los piensos de gama baja son piensos de muy baja calidad. Están compuestos mayoritariamente por piel, pluma, patas... que son los residuos del pollo y, por lo tanto, muy baratos. No son recomendables en ningún caso. 
La calidad de un pienso está directamente relacionada con el precio, ya que reside en la calidad de la materia prima, y no cuesta lo mismo un kilo de pechuga de pollo que un kilo de patas y piel, y tampoco sus valores nutricionales son iguales. Pero hay que tener en cuenta que una buena alimentación ayuda a garantizar la salud de nuestras mascotas y a la larga eso podría ahorrarnos dinero en tratamientos de enfermedades adquiridas como consecuencia de una inadecuada alimentación.
Pero para todos aquellos que no sean capaces de evitar darle a su mascota de vez en cuando algún capricho humano, hablaremos de algunos alimentos que no se les puede dar nunca, ya que son tóxicos o peligrosos para su salud.
En primer lugar, los ya mencionados huesos, que pueden causar estragos en el sistema digestivo del animal, además de rotura de los dientes, lesiones en la boca, hemorragias graves del recto, estreñimiento, etc. A pesar de la creencia popular, los huesos no se digieren, y tal y como el perro los traga, pasan por el intestino. La cirugía intestinal para extraer huesos o fragmentos de huesos del estómago o el intestino es bastante frecuente, por desgracia, y no siempre tiene un final feliz.


Otro alimento prohibido para perros y gatos es el chocolate. Sí, a nosotros nos encanta, y lo cierto es que a ellos también, pero la teobromina, un alcaloide parecido a la cafeína, es metabolizada más lentamente por los animales, lo que provoca intoxicación, apareciendo síntomas como vómitos, diarreas, hiperactividad hasta llegar al paro cardíaco, infartos y muerte. Un animal que ha comido chocolate puede tardar horas e incluso días en manifestar estos síntomas, así que, ante la más mínima sospecha, hay que acudir al veterinario.

El ajo y la cebolla son también tóxicos para perros y gatos, sobre todo la cebolla, debido a su alto contenido en tiosulfato que destruye los glóbulos rojos de la sangre provocando anemia hemolítica grave.


Otro alimento altamente tóxico para los animales es el aguacate; y no sólo es tóxica su carne, sino toda la planta, las semillas, la corteza y las hojas.



También las uvas y los frutos secos están totalmente desaconsejados, ya que pueden provocar vómitos, diarreas y fallos renales.


La cafeína también es muy peligrosa para nuestras mascotas ya que puede causar nerviosismo, taquicardias, infartos cardíacos, además de alteraciones gastrointestinales.

Otro premio muy típico que se les suele dar a perros y gatos es el embutido; lo cierto es que, además del alto contenido en grasas, tiene un exceso de sal para nuestras mascotas, provocando dolores estomacales, hipertensión, etc.


Y por supuesto, el alcohol está terminantemente prohibido para nuestros animales de compañía. Pequeñas cantidades son suficientes para causar intoxicación, provocando depresión del sistema nervioso, así como del sistema respiratorio y cardíaco. También causa hiperexcitabilidad (llegando incluso a volverse agresivos), incontinencia urinaria y desarreglos gastrointestinales.



Como podéis ver, hay numerosos alimentos que, aunque para nosotros son de consumo casi diario, resultan altamente peligrosos para los animales. Ten en cuenta estos consejos a la hora de alimentar a tu mascota y si tienes dudas pregunta a tu veterinario más cercano.

lunes, 20 de enero de 2014

ENFERMEDADES INVERNALES

El invierno ya se hace notar y ha llegado la nieve, así que vamos a hablar un poco de las enfermedades invernales más típicas de nuestras mascotas.
Las bajas temperaturas de esta época del año no sólo nos afectan a nosotros; también pasan factura a nuestras mascotas, sobre todo a los cachorritos, a los perros mayores y a los gatos que tienen acceso al exterior de la casa. Por eso, hoy comentaremos algunas de las patologías que causan más estragos entre nuestras mascotas durante el invierno, y además, os daré algunos consejos para prevenirlas.



La patología más frecuente en aparición, al igual que en la especie humana, no es otra que la enfermedad respiratoria, que tiene su principal exponente en lo que vulgarmente conocemos como gripe y que entre las diferentes especies animales está provocado por diferentes virus y asociaciones bacterianas.
En el perro se presenta como traqueobronquitis infecciosa canina, más conocida por su nombre común o “tos de las perreras”, que es el análogo a la gripe humana. En este caso en lugar de estar provocada por el virus influenza, diferentes agentes virales (como el adenovirus canino y parainfluenza, principalmente) se asocian con diferentes entidades bacterianas (generalmente, bordetella bronchiséptica) que complican el cuadro clínico. La podemos reconocer fácilmente, ya que presenta como síntoma principal una tos seca y persistente, de aparición típicamente nocturna y en estados de excitación; pueden aparecer también estornudos, conjuntivitis y mucosidad nasal. Si la infección se agrava puede afectar a las vías respiratorias bajas y evolucionar a bronquitis o neumonía.



Es una enfermedad altamente contagiosa para los demás perros, ya que se transmite por vía aérea a través de la tos y estornudos o por contacto directo. Es muy común entre los perros que conviven en lugares donde hay una gran población perruna como residencias caninas o perreras, pero no es exclusiva de los animales hacinados, por lo que nuestro perro de casa también puede contagiarse si entra en contacto durante el paseo con algún perro enfermo.
La prevención la podemos lograr mediante la protección ante el frío de nuestras mascotas; tened especial cuidado y atención con aquellos perros que duermen en el exterior, a los cuales habría que habilitarles una caseta o un refugio. Para aquellos perrillos de raza toy o aquellos especialmente frioleros, puede ser buena idea comprarles un abrigo canino; ya sé que a algunos de vosotros os parecerá una horterada, pero horterada o no, puede ser útil para que tu mascota no enferme tan fácilmente, y como dice el refrán: ande yo caliente, ríase la gente. Hay que evitar también en la medida de lo posible los cambios bruscos de temperatura. Y, por supuesto, la forma más eficaz de prevenir la tos de las perreras es mediante la vacunación anual de la enfermedad. Esta vacuna es un poco diferente a las que estaréis acostumbrados a ver, ya que se administra por vía nasal en lugar de inyectarse por vía subcutánea.
La primera vez que vacunéis a vuestro perro de la tos de las perreras, será necesario administrarle dos dosis con un intervalo de tiempo de 2 o 3 semanas entre ellas y posteriormente, como ocurre con las demás vacunas, hay que administrar recuerdos anuales para mantener la inmunidad del can frente a la enfermedad.
Pero el perro no es el único que sufre las inclemencias del tiempo; en el gato, la “gripe felina” hace referencia a la rinotraqueítis felina. Esta enfermedad está causada por la asociación de varios virus, como el herpesvirus y el calicivirus felinos. La presentación más típica incluye episodios de estornudos y ojos llorosos y enrojecidos, así como en algunas ocasiones, descarga nasal, tos y fiebre. Normalmente los gatos dejan de comer, entre otras causas por el taponamiento nasal que le impiden oler los alimentos estimulando su apetito. Por esta razón, es aconsejable ofrecerles alimento para gatos en lata y calentarlo un poquito en el microondas para aumentar su aroma y facilitar su ingesta.



La prevención, al igual que en el perro, la logramos mediante la vacunación anual frente a los microorganismos causantes, y manteniendo a nuestro bigotudo en ambientes cálidos y abrigados.
Y, aunque es cierto que el mal tiempo afecta más frecuentemente a las vías respiratorias, no son los únicos procesos que pueden detectarse durante el invierno.
Todas las dolencias del aparato locomotor empeoran con el frío. Las enfermedades articulares crónicas, como la artrosis, tienen tendencia a empeorar y manifestarse con más fuerza en esta estación, ya que el frío y la humedad son sus archienemigos. El dolor se intensifica y como consecuencia, al animal le cuesta moverse, rehusando subidas y bajadas de pendientes o escaleras, donde, generalmente, se manifiesta con mayor grado la afección.
Para prevenir estos problemas, además de evitar el frió mediante abrigos y prendas, es importante luchar contra la obesidad mediante el ejercicio moderado diario intentando que no se interrumpa a pesar del mal tiempo.
No obstante, si notas que tu perro camina con dificultad o que le cuesta levantarse después de estar un rato tumbado, es importante acudir al veterinario para que este valore la posible necesidad de administrarle medicación que calme el dolor de la “crisis artrósica”, y complejos condroprotectores que ayuden al fortalecimiento articular colaborando de esta forma a ralentizar la aparición de los síntomas de esta enfermedad degenerativa de huesos y articulaciones.



Otra patología que se ve mucho en esta época y que ocurre con mayor frecuencia en los perros de orejas caídas, son las otitis. Son más frecuentes en los perros a los que les gusta jugar bajo la lluvia o revolcarse en el pasto húmedo. De esta forma, sus oídos se humedecen y al no ser secados de inmediato, se facilita la proliferación de hongos y bacterias produciendo la inflamación e infección del conducto auditivo. Los signos clásicos de una otitis son mal olor en los oídos con secreciones oscuras o pus, inflamación, dolor y mucha picazón, por lo que el perro sacude constantemente la cabeza e incluso la llevan ladeada.
No dejes pasar de largo estos síntomas si aparecen en tu perro, ya que si la otitis no se trata a tiempo puede acarrear un agravamiento y peores consecuencias para el animal.



Bueno, pues espero que ahora que sabéis un poco más sobre los procesos invernales más frecuentes en nuestras mascotas podías disfrutar de la nieve; eso sí, siempre bien abrigados, vosotros y el perro.

jueves, 16 de enero de 2014

MI PELUDO AMIGO SE HACE VIEJO...

Actualmente, cada vez son mejores los cuidados, tanto médicos como nutricionales, que reciben los perros y esto hace que se incremente su longevidad. Eso es una buena noticia, ya que nuestras mascotas vivirán más y mejor, pero como consecuencia, este aumento de la esperanza de vida supone nuevos retos para sus dueños y también para nosotros, los veterinarios, ya que aparecen enfermedades y patologías relacionadas con el envejecimiento que anteriormente no llegaban a manifestarse al no llegar a ser tan viejos nuestros animales de compañía.
Una de estas enfermedades, propia de animales geriátricos, es la disfunción cognitiva, de la cual quiero hablaros hoy un poco.
El Síndrome de Disfunción Cognitiva es una alteración neurodegenerativa que afecta a la capacidad cognitiva de los perros y gatos geriátricos.
En nuestros perros y gatos más viejos se producen una serie de cambios anatómicos en el sistema nervioso central, ya que la edad provoca alteraciones como pérdida de masa encefálica, aumento del tamaño de los ventrículos, calcificación de las meninges y una reducción en el número de neuronas.
Además, al igual que sucede en la especie humana, en los animales con disfunción cognitiva se observan depósitos de una sustancia llamada beta-amiloide en forma de placas e infiltrados perivasculares, es decir, alrededor de los vasos sanguíneos; esta acumulación de beta-amiloide, parecen ser uno de los principales factores desencadenantes del problema. La cantidad de sustancia beta-amiloide depositada en el cerebro se correlaciona directamente con la severidad de este síndrome.
A pesar de toda esta palabrería científica, lo más importante es que sepáis que, al tratarse de una enfermedad degenerativa, los síntomas se presentan de forma lenta y progresiva, y no siempre es fácil apreciarlos en un principio.
Los signos clínicos del Síndrome de Disfunción Cognitiva se clasifican tradicionalmente en cuatro categorías de la conducta:
Por un lado, se producen cambios en los ciclos de sueño, de modo que los perros afectados duermen más durante el día y permanecen despiertos por la noche gimiendo, lloriqueando, paseando de un lado a otro o arañando el suelo o las puertas.



Además, se produce una disminución en la interacción social, por lo que la interacción del perro con los miembros de la familia se vuelve menos frecuente y menos intensa, afectando también al acercamiento y socialización con otros perros.



Por otro lado, se observa también una pérdida de los hábitos higiénicos, es decir, puede ocurrir que el perro orine o defeque dentro de casa, aun habiendo aprendido de pequeño que tiene que esperar a salir fuera. Es como si lo hubiera olvidado y lo hace sin reparar en la ausencia o presencia del dueño.
La cuarta categoría se refiere a la aparición de signos de desorientación. Algunos animales parecen perdidos dentro de la casa o en la calle. Mantienen la mirada perdida, ensimismados en una esquina, dirigiéndose hacia una puerta equivocada o por el lado incorrecto, o bien deambulando sin ningún propósito.



Además de estas categorías principales, pueden observarse también alteraciones del apetito, aumento de la ansiedad, aparición de fobias o miedos nuevos, intolerancia al ejercicio y dificultad para subir escaleras, conducta destructiva en ausencia del propietario y otros signos compatibles con la ansiedad por separación cuando se queda solo.
Será necesario hacer un reconocimiento médico del perro para descartar cualquier otra patología. En caso de ser diagnosticado el síndrome de disfunción cognitiva, se comenzará con el tratamiento farmacológico, y en la mayoría de los casos, se notará la mejoría en tan solo un par de semanas, aunque en otros casos puede tardar en apreciarse unos dos meses. Además, es importante iniciar también una alimentación específica, que ayudará a ralentizar la sintomatología de los perros con este problema. La marca de piensos Hill´s ha sacado al mercado un pienso específico para esta dolencia y lo tienes a tu disposición en el Centro Veterinario MaciDog.
No obstante, existen algunas medidas sencillas para facilitarle la vida a nuestro viejuno amigo, como por ejemplo realizar más paseos al día, aunque sean más cortos, para que pueda hacer pis o caca fuera de casa, o instalar rampas en los lugares donde tengamos escaleras; no os echéis las manos a la cabeza, que no os estoy pidiendo una reforma de la casa, bastaría con colocar un tablón de madera en el escalón de la entrada para facilitarle el paso a nuestro perrete.



Si después de todo esto, todavía os quedan dudas sobre esta enfermedad típica de animales de avanzada edad, no dudéis en pasar a visitarme y hablaremos con más detalle de vuestro caso en particular.